Festival de la Pana: una alternativa para romper la rutina

Por: Génesis Dávila Santiago 

Por vez número 33, la loma La Niña en el barrio Mariana de Humacao recibió a decenas de personas que llegaron hasta el lugar para celebrar el Festival de la Pana del 30 de agosto al 1 de septiembre. 

Algunos en carro, otros en motora y otros a pie subían hasta al cima de la montaña para disfrutar de la vista, música, artesanías y gastronomía del festival.

A eso de las cinco de la tarde del sábado, el ambiente estaba guiado por la melodía de la guitarra de la agrupación “Radio Acústico”, tres jóvenes que interpretaban la canción “Tu recuerdo” escrita por Tommy Torres. 

Artesanías

Mientras tanto, artesanos de todas partes exponían sus piezas artísticas. Entre ellos se encontraba Robert Keen, un arquitecto paisajista que vendía sus piezas por primera vez en el festival. 

El joven de 27 años dijo sentirse afortunado por la acogida recibida por parte de la comunidad de Mariana, con quienes lleva colaborando desde verano en el diseño de un mural. 

“Tengo mucha suerte porque es una comunidad de gente muy buena”, reflexionó Keen, quien proviene de California, pero llegó a Puerto Rico hace un año y medio para colaborar con una entidad sin fines de lucro. 

El arquitecto comentó que ha pintado murales en otras partes de Puerto Rico y en América Latina, pero esta vez recibió ayuda de niños para pintar el mural que actualmente trabaja en Mariana. 

“No es mi pared, es de la comunidad”, aclaró para luego destacar que le gusta que los niños se involucren y se sientan parte de su arte. 

Una de las piezas en venta de Keen era el diseño de dos panas tomándose de la mano junto a un mensaje que leía: “Somos panas”, para aludir al doble significado de la palabra: para referirse a un amigo y para nombrar la verdura. Esta dualidad lo inspiró a crear el diseño.
Robert Keen, arquitecto paisajista
Entre el bullicio y las decenas de artesanos que vendían dulces típicos, camisetas, joyería, jabones, entre otras cosas, el olor a café inundaba el lugar. Se trataba del café tostado a leña de Miguel Ángel Ortiz, quien lleva alrededor de ocho años viajando desde Barranquitas hasta el festival humacaeño. 

“Si no me has visto antes, es porque no bebes café”, comentó riendo. Aseguró que con su negocio, “La Torre, café gourmet”, visita todos los festivales de la isla, pero que el de La Pana se distingue por el compromiso de la comunidad. 

El festival “me encanta por la cooperación de la comunidad. Es la comunidad la 
que se envuelve a diferencia de otros”, explicó.
Miguel Ángel Ortiz, administrador de Café la TorreGastronomía

Una parte fundamental del festival es la gastronomía hecha con panas. 

En una esquina al fondo de la loma se sentaron tres hombres con cuchillo en mano a picar y a pelar las panas que luego pasarían a formar parte de alguno de los platos en venta: rellenos de pana, panas en escabeche, tostones de pana, flan de pana, pulpo con pana, panalaítos, rellenos de carne y hasta hamburguesas con papas de pana. 

Panas en escabeche

Alexandra Lúgaro, quien lidera el Movimiento Victoria Ciudadana, se encontraba en el lugar y expresó sentirse satisfecha con los platos que tuvo la oportunidad de probar, aun cuando su motivación principal para llegar al festival fue la búsqueda de firmas para inscribir su partido. 

“Originalmente, vine en búsqueda de endosos… Después de estar aquí, tengo que decirte que, tanto yo como mi equipo de trabajo, pasamos un día espectacular, desde la parte musical como la parte gastronómica”, expresó Lúgaro. 

Satisfacción colectiva 

Por su parte, Enid Lozada, quien es voluntaria en la Banda Comunitaria de Mariana y ha visitado el festival durante los 33 años de celebración, se mostró satisfecha con la cantidad de gente que llegó al evento. Aunque no supo precisar el número de personas, comentó que “siempre llega más gente de la que se espera”. 

De igual forma, reconoció que la limitación principal del festival es el estacionamiento, asunto por el cual comentó que le gustaría tener más facilidades. 

Explicó que, en el festival, todo el trabajo es voluntario, con excepción de los comerciantes con negocio propio.

 Según la página de Facebook del Festival de la Pana, el propósito del evento es resaltar la cultura puertorriqueña, siendo en 1985, la primera vez en llevarse a cabo.

Caída ya la tarde, la gente parece tranquila. Algunos, incluso, optan por sentarse en el suelo a comer y a observar la vista panorámica a los pueblos de Humacao y Naguabo. Otros prefieren sentarse frente al mirador o frente al mural y disfrutar del evento. Es así como de vez en cuando, en medio del hablar de unos por encima de otros, se escucha un: 

-¿Cómo estás? 

-Pues mijo, aquí tratando de disfrutar un ratito. 


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